domingo, 4 de diciembre de 2011

The only exception.

Cuando era pequeña vi a mi padre llorar. El viento rompió su corazón y vi como trataba de arreglarlo. Y mamá, mamá juró que no se dejaría olvidar. Ese día prometí que no le escribiría al amor, porque no existe.

Pero tú, querido, tú eres la única excepción.

Tan vez, algún lugar profundo de mi alma, sabía que esto no duraría y que teníamos que encontrar otros caminos, y hacerlo solos, mantiendo la cara recta. Pero me pilló desprevenida. Me arriesgué. Pese a mi juramento.
Yo solía vivir cuidada de una cómoda distancia con el amor, y me había jurado a mí misma que estaría contenta con la soledad, que ninguna compañía merece el riesgo pero...

Tú, querido, tú eres la única excepción.

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