miércoles, 28 de diciembre de 2011

BCM ♥

Escrita por Belén Piqueras García, la única con la memoria capaz de recordar todos y cada uno de los momentos de aquellos maravillosos 15 días. Allá va:

No sé si lo sabéis, pero os echo de menos, echo de menos el pueblo. Echo de menos levantarnos tarde, comer, quedar para ir a la piscina con el calor infernal, bajar de la piscina a ducharnos, salir un ratico por ahí, volver a cenar, y por supuesto irnos de fiesta. Esta era nuestra rutina de absolutamente todos los días.
Echo de menos confundir pistolas de agua con espadas láser, sentarnos en las escaleras de la iglesia, irnos a las afueras del pueblo por la noche con una radio para escuchar el fútbol, bajarnos al poli a hacer botellón y cantar como locas ‘gol’, pasar un calor horrible en la piscina y jugar a las cartas, nuestros típicos granizados de sabores a cada cual mejor, tener la duda de no saber si cortar por el lucky o por el strike, ir de noche al cementerio que nos aparezcan los locos aquellos y cagarnos a la pata abajo, pasarnos las noches de entre semana de cerves, los besos que nos dábamos cuando nos daban aquellos venazos lésbicos, nuestros abrazos, esas siestas que nos echábamos después de comer para reparar el haber llegado a nuestra casa de empalme tras una gran fiesta, ducharnos todos los días con agua helada porque allí no existe el agua caliente, las bolsas compartidas de conchitas, caminar de noche con las farolas apagadas y no ver un pijo, esas tormentas de arena en la piscina, nuestras conversaciones sobre tíos, nuestras historias para no dormir, los autógrafos, las fotos que hacíamos que luego enseñábamos cuando íbamos ciegas, decir a todas horas ‘rayaaaaao’, montar caballos, hacer publicidad en nuestras barrigas con pegatinas, todas las canciones que escuchábamos y cantábamos juntas, irnos de fiesta caribeña, ir al poli a ver el partido de fútbol y fijarnos más en los personajes que hay por ahí que en el partido en sí, ponernos a tope de estramonio, oír todas las mañanas a los gallos cantar, nuestras caminatas hacia la laguna, perseguir al perro de Carmen por la calle para intentar cogerlo, el ‘ahora sí que sí’, los ‘es como si me hubiese corrido completamente’, twittear todo lo que nos pasaba, los ciegones de sábado, las cañas en los vasos de estrella galicia, nuestros llantos de cuando nos separábamos, los ‘me encanta esta canción’ de Mar y que no sepa ni cual es, las cabezonerías de Carmen y no hacernos caso de lo que le decíamos y mis ‘devuélveme mi mechero’ cuando me lo fangaron. Y que no falten los fiestones que nos hemos pegado y todas las tonterías y anécdotas que tenemos que sin duda alguna son las mejores. Porque en verdad, no necesitamos a nadie más.
Echo de menos todo eso y mucho más, cosas que solo las tres sabemos y que sé que al leer todo esto os están viniendo a la cabeza.
Gracias por hacerme pasar esos maravillosos días cerdas, no sé si os veré esta navidad o que pasará pero que sepáis que estoy haciendo todo lo posible. Y no lo olvidéis nunca: poner un Pipo en vuestra vida :)


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