sábado, 6 de agosto de 2011

Todos tenemos días de esos.


Uno de esos días miserables en los que te sientes horrible, enfadada, sola, cansada... días en los que te sientes pequeña e insignificante, que todo parece fuera de tu alcance, que solo pensar en ponerte en marcha parece imposible, uno de esos días en que te vuelves paranoica y piensas que están todos en contra tuya, te sientes frustrada y ansiosa, te muerdes las uñas, o te comes un gran pastel de chocolate, como en las películas, te sumerges en la tristeza y estás apunto de llorar en cualquier momento sin saber el porqué. Piensas que vas por la vida sin propósito, que no estás segura de cuánto soportarás, que quieres gritarle a alguien que te dé un tiro, te ves fea, te ves con arrugas, has subido de peso, te sale un grano en la nariz, olvidaste un cumpleaños importante o te sacaron una foto donde sales peor que nunca. Quizá te han abandonado, has hecho el ridículo en público, te han puesto un mote odioso, te han dado un baño de agua fría, te duele la cabeza, tienes mal aliento... cualquier razón te hace pensar que alguien te odia en algún lugar. Pero, ¿qué puedes hacer? Bien, si eres como la mayoría te refugiarás en ti misma con la esperanza de que todo se arregle, o te convertirás en una víctima llorona y patética, rogando a la tierra que te trague. Pero todo lo que pase por tu cabeza será una locura, porque solo se es joven una vez, y jamás se envejece dos veces. Quién sabe las cosas maravillosas que te esperarán a la vuelta de la esquina? Después de todo, el mundo está lleno de descubrimientos asombrosos, cosas que ahora ni si quiera imaginas, un perfume nuevo, apetitosos manjares, podrías incluso hacerte rica, o convertirte en una estrella. Suena bien, no? Pero aún hay más. La vida da muchas vueltas, y quedan muchas cosas que pasar. Puedes empezar a hacer yoga, cantar en un karaoke, aprender un baile exótico, y, lo mejor, el amor. Miradas soñadoras, dulces tonterías susurradas en el oído, tiernos abrazos, besos, más besos, y también más besos. Y... cómo encontrar este dulce baño de espuma? Primero deja de escapar de todos los temas difíciles, hazles frente. Relájate, respira hondo, acepta el hecho de que debes dejar atrás algunas cargas emocionales, intenta ver las cosas desde una perspectiva diferente. Quizá eres tú la que se equivoca y no eres madura como para pedir perdón, aunque, nunca es demasiado tarde. Siéntete orgullosa de ser como eres, ríete de ti misma, vive cada día como si fuera el último, no intentes morder más de lo que puedas masticar, corre riesgos, nunca retrocedas. Después de todo, de eso se trata la vida, no?