lunes, 3 de diciembre de 2012

Començaments i acomiadaments.

Recorda l'amor, el tu i el jo, recorda tot el que compartirem quan encara ens importàvem. 
Recorda lo nostre, recorda la unitat, recorda estimar sempre sense esperar res a canvi. 
Per què tenir por de cometre errors? 
Recorda tota aquella gent caminant de la mà, podem sentir allò de nou?
Mira dins meu i mira al teu voltant. No som tan diferents. 
Si ho podem creure l'amor serà tot el que necessitem, ningú més pot alliberar-me.
Si poguéssim tirar l'odi i fer durar açò un dia més... 
No et rendeixis, només per avui. 
La vida seria tan fàcil... 
Podríem tornar a parlar d'un "nostraltres" i ja ningú podría aturar-nos, 
junts de la mà, recordant sempre.



INVICTO.

Desde la noche que me cubre,
negra como el abismo insondable,
agradezco a los dioses, si existen,
por mi alma invicta.
Caída en las garras de la circunstancia
nadie me vio llorar ni pestañear.
Bajo los golpes del destino
mi cabeza está ensangrentada, pero erguida.
Más allá de este lugar de cólera y lágrimas,
donde yace el horror de la sombra,
la amenaza de los años me encuentra y me encontrará, sin miedo.
No importa cuán estrecho sea el camino,
cuán cargada de castigos la sentencia,
soy el ama de mi destino,
soy la capitana de mi alma.


martes, 13 de noviembre de 2012

No me despiertes de este sueño. No dejes que la luz entre por la ventana y penetre en mis ojos obligándome a abrirlos. Porque sé, que si lo hago, descubriré que no estás. Café sin cafeína en mi vaso. Paso tantas horas soñando contigo que ya no distingo la realidad, no sé si de verdad nos mojamos aquel día de lluvia, o si tan solo eres una broma fabricada por mi cabeza. No dejes que tu voz se escape de mi campo auditivo. No dejes que la música de fondo nos abandone. Y tu boca... no separes tu boca ni un milímetro de la mía, quiero sentir tu aliento a cada minuto. No me despiertes de este sueño, por favor. Solo aquí estoy realmente cómoda, solo aquí he olvidado lo que significa estar triste. Sonrisa permanente, risa constante.






…y de pronto me descubrí allí, mirándote por encima de las olas, observando a la perfección imperfecta en persona, paralizada, feliz. Tú hablabas y yo solo veía tus labios moviéndose al ritmo de una rítmica melodía, como en las películas. Mariposas en el estómago.


martes, 23 de octubre de 2012

Coge aire y suéltalo de un grito.

¿Qué decir cuando las palabras se me atragantan? Cuando el nudo tiene un tamaño tan especial que no puedo escupirlo, pero tampoco tragarlo. Y se queda ahí a vivir; cómodo, calentito, agusto. Y cada vez se llena de más y más problemas, de más palabras que no digo, de más lágrimas que no derramo.
Y me pongo cada mañana la sonrisa postiza, enganchada con dos clips a cada comisura, intentando a cada segundo que no resbale, para que la gente no me vea realmente.
Pero los problemas siguen llegando, como golpes en boxeo; y los esquivo, los obvio, los acumulo. La cabeza fabrica y fabrica palabras sin parar, palabras dañinas que sé que no debo decir, pensamientos que hay que guardar en un rincón a parte. Y me ahogo, e intento llorar, pero mi orgullo entra más adentro, y se acurruca junto a mi adorable nudo, enredados e imparables.

Pero ese nudo es caprichoso. Y, un día cualquiera, en un lugar cualquiera, a una hora cualquiera y por cualquier cosa, el nudo decide que ya ha vivido y jodido bastante, y sale de mi puta boca como una asquerosa bola de pelo de gato, escupiendo y afectando a todas las personas que se encuentren a mi alrededor en ese instante. Y maldigo, insulto, lloro, me ahogo, vuelvo a maldecir, golpeo el aire, me cago en la madre que parió a cada ser humano que habita la tierra, digo lo que pienso, lo suelto sin más, sin importarme nada, pero sigo llorando, pataleo y solo paro para coger aire.


...y no hay conclusión, porque lo que viene después es un abanico extenso de cosas que pueden ocurrir, pero no seré yo la que pierda mi valioso tiempo plasmando todas ellas. Ya te pasará a ti, querido lector o lectora. Y volverás aquí, te quitarás los clips que sujetan la sonrisa falsa, porque podrás reír a gusto, por fín.


lunes, 1 de octubre de 2012

Hoy no he pensado en ti.

Hoy no he pensado en ti. No he recordado tu sonrisa, acogida en dos pequeños pliegues, cual cita entre comillas. No he recordado tus ojos, achinados a causa de una permanente sonrisa. Hoy no he pensado en ti, no he escuchado tu grave voz en mi cabeza, repitiendo una y otra vez tus frases más célebres. No, hoy no ha penetrado en mi nariz tu dulce olor, aquel peculiar aroma que contrastaba tu dureza con lo adorable que te pones en ocasiones. Hoy mi cuerpo no se ha estremecido porque ya no recuerdo cada día tus abrazos, y mi piel no se ha puesto de gallina, porque hoy no he imaginado tus besos por mi cuello. Hoy no te has paseado por mi mente, gritándome al oído que jamás desaparecerás de ahí, que te esfumarás tan solo cuando muera. Hoy mi cuerpo no ha notado el escozor de la mezcla de sangre y lágrimas que me recordaban lo estúpida que había sido. Hoy nada me ha recordado a ti. Hoy no te he imaginado apareciendo de repente. Hoy siento que ya no estás, que ya no te necesito. Hoy estoy convencida de que puedo seguir sin ti.









                                          ...A quién quiero engañar.




lunes, 24 de septiembre de 2012

All u need is love.


I hope you don't mind
That I put down in words
how wonderful life is
now you're in the world.

I was made for loving you, baby,
you were made for loving me.
Love lifts up where we belong,
where the eagles fly,
on a mountain high.


martes, 18 de septiembre de 2012

Enrique Serna.


“Como me gustaría que el mundo volviera a ser cursi. Que la humanidad recuperara el sentido romántico de la vida y junto con él, la tradición de los noviazgos largos, las serenatas, las cartitas perfumadas, los apretones de manos entre las rejas de los balcones. Como me gustaría vivir en un mundo mas discreto y decente, donde el amor fuera una necesidad del alma y no un capricho del culo. Pero que le vamos a hacer: me tocó vivir una época insensible, deshumanizada, obscena, en la que nadie respeta ya los sentimientos del prójimo. Estoy harta de esta juventud insolente y soberbia, que se caga en la autoridad de las personas mayores.”



jueves, 13 de septiembre de 2012

La vida es injusta, pero las personas lo son más.

Después de hacer tantas cosas por ti.
Después de acompañarte a donde pidieras.
Después de desmostrarte que iría al fin del mundo si hace falta.
Después de haberte protegido ante cualquier cosa.
Después de las risas, las lágrimas, los abrazos, los besos.
Después de todos los momentos compartidos.
Después de las noches de fiesta.
Después de todos los consejos que te he dado.
Después de todos los secretos.
Después de la confianza que deposité en ti.

Después de tantísimas cosas vividas juntas, de muchas discusiones, también, descubro que la amistad para ti solo significa falsedad y necesidad. 

Un placer.
Hasta nunca.




martes, 28 de agosto de 2012

Vivir con miedo es vivir a medias.

Allà només estavem la foscor, el pànic i jo. No recordava com ni quan havia arribat fins aquí. Els records eren imprecisos, borrosos i confusos. Vaig intentar calmar-me, pensar i respirar pausadament.
Llavors, vaig veure una silueta al fons del bosc; escoltava les passes, sentia la seva respiració, veia el seu somriure. Maleïda por, ja estava allà un cop més.
En un intent desenfrenat per desfer-me d'aquella sensació que em pujava fins al cor fent-lo bategar al cent per cent de les seues possibilitats, vaig intentar arrencar a còrrer, però va ser inútil. Estava encadenada de peus i mans, i allò em va ficar més nerviosa encara, una de les meues pors era no sentir-me lliure.
Intentava veure el seu rostre, buscava els seus ulls, però no podia, la meva mirada estava cegada per aquell meravellós somriure.
Tampoc podia veure si era un nen o una nena, un home o una dona. Es va seure al meu costat, molt apegada a mi, i, un segon després, un suor fred queia del meu front, vaig començar a salivar, i vaig perdre la respiració de cop.
Va ficar la seva mà a la meva esquena, vaig paralitzar-me en un tres i no res, i un crit sord va eixir de la meva gola. Volia desaparèixer. Milers d'imatges van començar a passar per davant meu, fotogrames de totes i cadascuna de les meves pors.
Estava a punt de desmaiar-me quan vaig adonar-me que tot allò era irreal. No era ètic, no era científic. ¿Qui tenia un somriure tan brillant que cegava l'ull humà? ¿Qui podia tindre el poder de ficar-te així de nerviós? L'amor, pot ser, però l'amor és un sentiment, no té cos, i tampoc t'ofega d'aquesta manera.
Estava somiant.
"Maleïda por", vaig cridar, "que et fas propietària dels nostres cossos, que et rius dels nostres crits, que gaudeixes veient-nos malament".
Va deixar de somriure de cop i volta, i vaig poder distingir els seus ulls. Eren uns ulls completament normals, com els d'una persona sorpresa per les meues paraules, encara que, al fons, encara brillava la maldat, com un segell de distinció.
Vaig mirar aquells ulls i les meves paraules varen ser clares: NO ET TINC POR.
Ho vaig repetir un, i altre, i altre cop. Les paraules eixien de la meva boca com ganivets, i la por cada vegada tancava més i més la boca, i s'allunyava de mi.
Poc a poc vaig deixar de distingir la silueta per la foscor. Vaig tancar els ulls. I em vaig despertar.

sábado, 25 de agosto de 2012

Només vull somiar tocant la teva mà.

I si em perdo tu em trobes, 
i si caic tu em recolzes. 
Quan la nit sigui més fosca 
la teva llum és la que em porta. 

Sento com es van, 
perden las pors per la finestra. 
Només vull estar, 
nadant en el teu mar. 
No sé quants anys 
he trigat en arrivar-hi, 
i ara, per fi, 
estic al teu costat. 


sábado, 11 de agosto de 2012

XV.


Sentir tus caricias. Tu respiración sobre mi piel. Que soñar con verte signifique mirar al otro lado de la almohada. Recordar tu sonrisa. Amarte hoy más que ayer. Joder a la ausencia. No perder la esperanza. Que te quedes siempre en mí. Futuro. Decirte frente a frente que me haces falta para seguir viviendo. Regalarte mi corazón. Notar en mi boca tu sabor dulce. Echarte de menos cada noche al cerrar los ojos. No escuchar nunca más un 'adiós'. Descubrir que te amo cuando creo que te he olvidado. Felicitar a mi suerte. Encontrarte en cada rincón. Echar al dolor. Llorar tan solo de alegría. Arrepentirse de aquello que todavía no hemos hecho. Volverte a ver. Sobrevivir. 


sábado, 28 de julio de 2012

T.

Si tú le dices que es realmente preciosa, ella te dirá: "No, no lo soy".
Si tú le dices que ella no está gorda, ella te dirá: "Oh, vamos, ¿ves esto?" y sacará barriga.
Si tú le haces un cumplido, ella te dirá: "Hay chicas más guapas que yo por ahí".
¿Sabes por qué no acepta ninguna de tus palabras? No es porque le guste escucharlo, o porque quiera que sigas repitiéndolo. Realmente se siente así, se ve así, cree de verdad que no merece ninguno de tus elogios.
Ella conoce sus propios defectos mejor que nadie, por eso, cuando se mira a sí misma, ella no ve lo que la otra gente ve.

sábado, 23 de junio de 2012

Palabras que nunca llegué a decir.

A veces me olvido que la intolerancia de la gente va mucho más allá del color de piel.
Hemos pasado de despreciar a la gente de color para pasar a despreciar cualquier gusto diferente al nuestro.
La gente ya no puede expresarse libremente, por el miedo al qué dirán.
Te discriminan por tus gustos musicales, por ser de otro lugar, por tu posición social, por la orientación sexual, por la religión...
Así no hay quien viva.

No a todo el mundo le gusta la música clásica, quizá yo prefiera un piano a un violín.  ¿Y qué si alguien es fan de Justin Bieber? ¿Y qué si prefieren la monotonía de Pitbull, el machismo del reggaeton? No todo el mundo que conoce el dubstep sabe apreciarlo. Quizá parece ruido. ¿Y qué? Muchos jóvenes desearían haber nacido en otras épocas, para poder acudir a los conciertos de sus actuales grupos favoritos. Otros prefieren acudir a discotecas y bailar bajo un mismo patrón.

Pero no he venido a hablar de esto.

¿Qué pensaría de mí la gente si ahora admito que me gusta que usen los cinturones sobre mí, y no solo para sujetar los pantalones? ¿Qué pasaría si digo que me encantan los disfraces, las máscaras o pasamontañas, las bolas para tapar la boca o, simplemente, un pañuelo? ¿Qué pasaría si confieso que me encanta sentirme sujeta, con las cuerdas apretando mis muñecas, mis piernas o mi abdómen? ¿Qué pasa si digo que no puedo terminar si no me coges del cuello?

La gente huiría de mí. Bromearía. Me pegaría pensando que me es agradable. No puedo decirle esto a nadie por miedo al qué dirán. No puedo expresarme. Porque la gente piensa que estoy loca, que tengo una enfermedad. Pero ¿sabéis? Mientras vosotros os limitéis a meter y sacar la polla, yo pasaré una sesión entera llena de orgasmos y placer. 

miércoles, 30 de mayo de 2012

La sombra del viento.

Clara describía personas, escenarios y objetos que nunca había visto con sus propios ojos con un detalle y una precisión de maestro de la escuela flamenca. Su idioma eran las texturas y los ecos, el color de las voces, el ritmo de los pasos.

Me preguntaba qué podía ver ella en mí como para ofrecerme su amistad, sino acaso un pálido refrejo de ella misma, un eco de soledad y pérdida. En mis sueños de colegial siempre seríamos dos fugitivos cabalgando a lomos de un libro, dispuestos a escaparse a través de mundos de ficción y sueños de segunda mano.

Aquel verano llovió todos los días, y aunque muchos decían que era castigo de Dios porque habían abierto en el pueblo un casino junto a la iglesia, yo sabía que la culpa era mía y solo mía porque había aprendido a mentir y guardaba todavía en los labios las últimas palabras de mi madre en su lecho de muerte: nunca quise al hombre con quién me casé, sino a otro que me dijeron que había muerto en la guerra; búscale y dile que morí pensando en él, porque él es tu verdadero padre.


jueves, 26 de abril de 2012

Esta noche.


Acabando el sol y entrando la luna, recuerdo las promesas que una noche nos dijimos, de mi boca a tu oído llegaban todas las palabras que no nos escribimos, verdades vueltas falsedades con el tiempo, miradas que no se repetirán, momentos de felicidad fugaces que caen en la oscuridad de la noche precedida por luces de ausencias. Este instante de llorar sin lágrimas, de querernos sin sentir, es incluso más nocivo que el pasado y es destructor movimiento hasta nuestro presente que nos obliga a vivir juntos esta noche de soledades.

 

martes, 24 de abril de 2012

Cartas.

Yo, que nunca estaba seguro ni de la hora que era, asentí con la convicción del ignorante. Me quedé viéndola alejarse por aquella galería infinita hasta que su silueta se fundió en la penumbra y me pregunté qué es lo que había hecho.

Abrí el sobre y extraje la carta, una lámina de color ocre nítidamente doblada por la mitad. Un trazo de tinta azul se deslizaba con aliento nervioso, desvaneciéndose paulativamente y volviendo a cobrar intensidad cada pocas palabras. Todo en aquella hoja hablaba de otro tiempo: el trazo esclavo del tintero, las palabras arañadas sobre el papel grueso por el filo de la plumilla, el tacto rugoso del papel. Alisé la carta sobre el mostrador y la leí, casi sin aliento.

Quizá me quería, a su manera, como yo la quise a ella, a la mía. Pero no nos conocíamos. Quizá porque nunca la dejé conocerme, o nunca di un paso por conocerla a ella. Pasamos la vida como dos extraños que se han visto todos los días y se saludan por cortesía. Y pienso que quizá murió sin perdonarme.

domingo, 15 de abril de 2012

Solo creo en amores de una noche.

-¿Por qué tienes remordimientos?
-Por las cosas que hago.
-¿No te ha pasado nunca, que mientras haces las cosas, sabes que estás haciendo mal pero aún así en ese momento no puedes corregirlo?
-Exacto.
-Es algo horrible porque eres consciente en todo momento pero no puedes pararte a ti mismo. Como si fueras espectador de otra vida que, en realidad, es la tuya.
-Quizá la culpa de no encontrar alguien para mí sea mi estúpida manera de ver las cosas. Quizá sea mi visión de chico perfecto, no sé, no busco un puto principe azul, ni si quiera me importa que se acuerde de mí a cada segundo. Solo pido un poco de atención, que mi voz interior me diga que soy más especial que las demás. Aunque sea un poco.


sábado, 31 de marzo de 2012

Quedó atrás.

Duermen sobre la noche las palabras olvidadas por el paso del tiempo, atacadas por el viento, descansan en el pensamiento, como un recuerdo oscuro entre luces de ausencia y pasados acabados. Quietas, como si nunca hubieran sido escritas por mi corazón aquella noche, directas al tuyo, chocando contra el muro que te protegía de la palabra amor, se desvanecieron invisibles y cayeron en el grito silencioso del adiós.

Lejos quedan las noches de necesitarnos, los largos segundos de silencios que daban paso al amor y su significado, las palabras que aún existentes han perdido el valor para dos corazones jóvenes que ya nunca volverán a tener el mismo compás. Es curioso el imparable movimiento del tiempo que vive en la distancia de nuestros cuerpos, como el misterio de cómo he conseguido vivir sin su sombra a mi lado todo este tiempo de pena y olvido.

jueves, 15 de marzo de 2012

Sé que aún estás.

Recuerdo que aquel día no amaneció. No para mí. El cielo estaba negro, azechando, mirándonos desde allí arriba, riendo, haciéndonos saber que el diluvio estaba cerca. Ocultaba el sol con sus intensas nubes, como una gran tela sin imperfecciones, llenándonos a todos de tristeza. Al menos, eso vi yo. Recuerdo que solo una pequeña porción del cielo brillaba, un diminuto rayo de luz se escapaba por unas no muy bien juntadas nubes. Recuerdo que no dejaba de mirar aquella porción, buscando alguna razón que me explicará porqué pasó, porqué fuiste tú quien se fue. No encontré explicación.

El coche seguía avanzando, pero mi ventanilla no perdía de vista aquel rayo de luz. Cada vez quedaba menos para llegar, miré nerviosa a mis padres, cordialmente vestidos de negro, y a mi hermana, ignorante a todo lo que pasaba. No conseguía retener las lágrimas, y mis padres no se atrevían a abrir la boca. ¿Sabes? Fue la primera vez que recé, recé a todos los dioses que conozco, incluso a los mitológicos. Seguía convencida de que todo era una broma, una gran broma de mal gusto, que llegaría a tu casa y saldrías por detrás de tu padre, gritando ¡sorpresa! y riendo. Pero no pasó. Recogimos a tu padre, enfundado en lágrimas. Me dio un abrazo, seguro que lo viste, ¿verdad? No sé cuánto tiempo estuvimos así, no sé cuánto tiempo te busqué con la mirada por detrás de la enorme espalda de tu padre. No saliste, no te vi.

Dime cuánto tiempo tardaré en escucharte otra vez, cuánto tiempo tardaré en comprender que quizá fue mejor. Dime cuánto tiempo más estaré escribiendote para acercarme más a ti, para poder sentir que no es tu fin, que sigues aquí. Me cuesta tanto entender que estás bien, que me sigues mirando desde donde estés, que vives en mí. Solo dime el tiempo que tiene que pasar para verte una sola vez, solo una vez más.

En días como estos, en los que pienso que el mundo se derrumba ante mí, que siento que soy tan solo una mota de polvo de entre toda la galaxia, te necesito. Necesito escuchar el teléfono, saber que eres tú, que me consueles y me hagas reír, que me hagas rabiar y te amenace con colgar. Necesito que vengas a verme, que me acaricies el pelo, que me digas 'tontaca', que me chupes los ojos si lloro, que molestes a mi madre, que te sientas como en tu casa, que todo sea como antes. Necesito todos esos detalles de ti...

domingo, 26 de febrero de 2012

Te garantizo que habrá épocas difíciles.
Y te garantizo que en algún momento uno de los dos,
o los dos, querremos dejarlo todo.
Pero tambien te garantizo que si no te pido que seas mío,
me arrepentiré durante el resto de mi vida.

He matado, y volvería a hacerlo.

Todo ocurrió hace ahora un par de años. Yo era una cría, una auténtica cría confiada e inocente. Era un día de fiesta nacional pero para mí, ese día pasaría a no existir.
Me violaron. Me violaron dos chicos, pese a mis gritos, mis golpes y mis lloros. Me arrinconaron como si fuese un conejo, a punto de ser cazada.
Aquel día perdí mi dignidad y mi orgullo, me daba auténtica vergüenza, me sentía sucia.

Hoy les he matado. Sí, a los dos. Al primero le reuní en una vieja casa en el corazón del bosque, recuerdo que me contaba que allí iba a "fornicar con sus putas" como solía llamarlas, así que me hice pasar por una de ellas. 'Qué estúpido', pensaréis, pues sí. Era estúpido y feo, mucho.
Volviendo a la historia. Cuando entró yo ya tenía a Frida preparada (Frida es mi viejo bate de béisbol). Le di un golpe en la espalda para que se girase a mirarme y, cuando vi el miedo en sus ojos, le di otro en la cabeza.
No me costó nada atarlo, había practicado en casa y además soy una experta en bondage. Lo que sí que le costó fue volver en sí. Vaya si le costó... quizá le di demasiado fuerte.
Y entonces me habló, primero con furia, escupiéndome y blasfemiando sobre toda mi familia. Pero le obvié, sabía lo que le esperaba. Saqué la navaja, esa navaja negra con el mango bien duro, esa que había visto tantísimas veces encima del banco de la cocina, esa que usaba mi padre cuando se iba de excursión. Entonces empezó a suplicar. Dulces palabras de súplica que me excitaron a más no poder. Le hice cortes en los brazos, equivalentes a todos los que yo misma me había provocado por su culpa, él siguió gritando, pero yo ya no le escuchaba. No os contaré como le torturé, no os contaré como quedó de encharcado todo el suelo ni lo que me costó limpiar toda esa sangre, no os contaré lo que me reí viendo quemar su cuerpo, reduciéndose a cenizas. Quizá hagan una película, ya lo veréis entonces.

El segundo fue mucho más fácil. Desde el móvil del primero le envié un mensaje, diciéndole que acudiera, que había marihuana. No veáis lo poco que tardó en llegar. Maldito drogadicto de mierda. Subnormal, feo y drogadicto. A los quince minutos empecé a escuchar pasos. Yo estaba sentada en el viejo colchón, con un ingenioso mecanismo provisto de una cuerda que cerraba la puerta. No veáis el salto que pegó. Miedo, veía miedo en él, podía escuchar sus agitados latidos. Sonreí. Todavía no se había acostumbrado a la oscuridad, así que me fue muy fácil reducirlo. No saqué la navaja. No, esta vez no. Le rompí las piernas con el bate, escuchando sus gritos y gritando el nombre del primero. Le repetí una y otra vez las palabras que me soltó él aquel día: Tranquila, si no pasa nada... tranquila... si no pasa nada... Seguí descargando mi rabia en él, sus brazos, sus piernas, su pecho... Le dejé un rato retorciéndose en el suelo, a cada movimiento un grito mayor. Tres golpes secos en la cabeza bastaron para que dejara de respirar.

Le hice desaparecer, como al primero, y volví a casa. Llené la bañera y me dejé envolver por el agua. Me notaba tranquila, feliz, sin miedo, por fin. No sé cuántas horas pasaron, pero al final enrredé en los dedos de los pies la cadena y estiré. El agua fue bajando de nivel, dejando mi cuerpo al descubierto, sin sangre al fin.


miércoles, 22 de febrero de 2012

Fight Club.

"Si estás leyendo esto, el aviso va dirigido a ti. Cada palabra que leas de esta letra pequeña inútil, es un segundo menos de vida para ti. ¿No tienes otras cosas que hacer? ¿Tu vida está tan vacía que no se te ocurre otra forma de pasar estos momentos? ¿o te impresiona tanto la autoridad que concedes crédito y respeto a todos los que dicen ostentarla? ¿lees todo lo que te dicen que leas? ¿piensas todo lo que te dicen que pienses? ¿compras todo lo que te dicen que necesitas? Sal de tu casa, busca a alguien del sexo opuesto. Basta ya de tantas compras y masturbaciones. Deja tu trabajo. Empieza a luchar. Demuestra que estás vivo. Si no reivindicas tu humanidad te convertirás en una estadística. Estas avisado..."

martes, 21 de febrero de 2012

Aquí en mi pompa, tiene sentido.

No puedo prometerte que todo sea perfecto, ni que sea para siempre, pero sí que haré olvidar tus penas y devolverte la sonrisa. Tampoco puedo prometerte que todo sean momentos felices, sé que habrá miles de momentos difíciles que superaremos juntos. Sé que no te puedo prometer cumplir todas las promesas, pero sí te prometo que haré nuestros sueños realidad. Te prometo los días más hermosos, pero también las batallas más duras. Prometo abrazarte y estar junto a ti. Pero no te prometo las palabras más bonitas, aunque puedo asegurarte que junto a mí nunca será monotonía. Prometo enseñarte cada día algo nuevo. Pero no puedo prometerte todo el tiempo del mundo. Prometo un te quiero nuevo cada noche. Pero no prometo solo ser para ti. No puedo prometerte olvidarte pero sí te prometo que seré la persona que más te quiera. No puedo asegurarte un mañana, pero sí te aseguro un hoy. No puedo prometerte estrellas, pero sí contemplarlas contigo. Sé que no soy perfecta, pero prometo intentarlo. No puedo prometerte no cometer errores, pero sí apoyarte cada instante. Sé que no soy perfecta, pero sé que puedo hacerte feliz.

domingo, 12 de febrero de 2012

Mi vida sin mí.

Mi querido;
Imagino que cuando te llegue esta cinta ya sabrás que he muerto, y bueno... esas cosas... quizás estés enfadado conmigo, o dolido, o triste, o molesto, o quizás todo a la vez... solo quiero que sepas que me enamoré de ti, no me atreví a decírtelo porque... pensé que en cierto modo lo sabías, y no me dí cuenta como se iba el tiempo... tiempo es la única cosa que no me ha sobrado últimamente.
La vida vale mas de lo que crees, amor mío, lo sé porque tú llegaste a enamorarte de mí aunque vieras.. ¿cuánto era? ¿un 10%? ¿o un 5 tal vez? Si hubieras visto todo quizás no te hubiera gustado, o te habría gustado a pesar de ello. Ya nunca lo sabremos.
Una última cosa, por amor de Dios.. ¡pinta las paredes y compra algunos muebles! ¿de acuerdo? no quiero que la próxima mujer que lleves a tu casa se haga una idea equivocada de ti y escape antes de conocerte, que no todas están tan locas como yo.
Me encantó bailar contigo.

viernes, 10 de febrero de 2012

Ánimo. De mí... Para mí.

Soy una chica cariñosa y familiar. Me gusta complacer a mi entorno y tenerlos a todos protegidos. Soy una persona que no puede vivir sin el afecto y el cariño de los demás. A veces me gustaría ser más atrevida y tener más valor en algunos aspectos de mi vida. Sin embargo, las cosas hasta ahora no me han sido fáciles de lograr, los obstáculos... y aún así, he tenido el coraje y la fuerza de sobreparalas. Y eso me ha hecho darme cuenta de que tengo que creer más en mí, de quererme más. Soy más fuerte de lo que realmente pienso.

No soy tan aventurera como quisiese, aunque, de vez en cuando, un poquito de riesgo no viene mal. Adrenalina en estado puro. Esa sensación...
Soy muy amiga de mis amigos, pero no hago amistades con cualquiera, aunque aparente lo contrario. Suelen decirme que parece que hago amigos muy fácilmente, pero sé seleccionarlos bien. Después de tropezar, he aprendido de mis errores.

Quizá soy algo tímida en mis relaciones, pero es solo al principio. Me encanta mostrarme así en público; tímida, feliz, tierna, buena... Y mostrarme de otra manera muy distinta en privado.
Sexualmente y como pareja... Tengo que admitir que no soy demasiado fiel. Y, al mismo tiempo, soy celosa. Aunque quizá eso es porque no he encontrado a mi media naranja. Rezo porque no la hayan exprimido ya.

Al contrario que muchas chicas, en público no suelo ser muy femenina. Sin embargo, cuando salgo de fiesta, me encanta ponerme guapa. Verme guapa. Verme mayor, madura. Y, hablando de madurez, no me gustan los críos. Hace tiempo que entendí que valgo mucho más que lo que puede ofrecerme un simple chico. De esos que solo buscan el amor en chicas con sugerentes pechonalidades. Que no saben diferenciar entre "a ver" y "haber". Quiero un hombre. Sí, un hombre. Un hombre que busque una excusa para acariciarme el pelo, para rozarme el hombro, para susurrarme al oído...

No me gusta que vayan directamente al grano. La etapa de seducción es la más bonita. Un bar, una discoteca, un supermercado, la calle... Un cruce de miradas, una sonrisa, la cara roja, la mirada hacia abajo, rezar por volver a verle. Ahora las cosas han cambiado.

Me gusta ser cuidadosa con las personas con las que me junto, porque no todo el mundo es como en un principio parece ser. Me gusta cuidar de los míos, cambiar de compañías, analizar quién vale la pena y quien no. A veces tengo que quitarme de encima a supuestas amistades que no me ayudan a progresar. A veces duele. A veces no.

En definitiva. Soy una persona alegre, aunque quizá estos últimos tiempos no lo demuestre. No es culpa mía. Es culpa de mi entorno. Solo venía a deciros, que no voy a permitir que nadie, nadie, NADIE me robe mis sueños. Voy a seguir luchando por lo que creo hasta ver recompensados mis esfuerzos.

jueves, 9 de febrero de 2012

Seaside.

Deberías estar alegre y contenta, porque tienes suficientes motivos para estarlo; eres joven, tienes estudios, familia, salud, amigos, dinero y millones de cosas más. Pero aún así, no estás contenta. Porque hay una cosa FUNDAMENTAL en la vida de todo ser humano, y tú careces de ella. El amor.

Alguien que te mande un mensaje a mitad de la noche para que lo leas a la mañana siguiente. Alguien que te llame y te diga: "Solo quería decirte que te quiero". Alguien que te anime a seguir adelante con las cosas que crees. Alguien que te apoye en las decisiones. Alguien que al verte llorar te bese y te calme, con ese poder que solo tienen "esas" personas... Alguien... Alguien que esté a tu lado. En lo bueno y en lo malo. Alguien que te vuelva loco. Alguien que te mire a los ojos y no te mienta. Alguien que te eche de menos cuando no estás. Alguien que esté ahí cuando le buscas. Alguien que te abrace, sí, que te abrace y te suba ese hormigueo característico, que te llene de calor. Que te llene. Simplemente.

Todos necesitamos ese ALGUIEN. Y si todo ser humano lo necesita, es que existe. Y si existe... acabarás por encontrarlo.

Ha ocurrido, otra vez.

Para algunas personas, de forma inexplicable, el amor se apaga. Para otras, el amor sencillamente se va. Si bien es cierto, por supuesto, que el amor también puede encontrarse, aunque sea solo por una noche. Sin embargo, existe otra clase de amor, el más cruel, aquel que prácticamente mata a sus víctimas. Se llama amor no correspondido. La mayoría de historias de amor hablan de personas que se enamoran entre sí, pero, ¿qué pasa con los demás? ¿Quién cuenta nuestra historia? La de aquellos que nos enamoramos solos, somos víctimas de una aventura unilateral, somos los malditos de los seres queridos, los seres no queridos, los heridos que se valen por sí mismos, los discapacitados sin plaza de aparcamiento reservada. Sí, estáis viendo a una de estas personas.

jueves, 2 de febrero de 2012

La ciudad de los sueños.

Y entonces me descubrí mirándome.
Allí estaba yo, en pie, justo enfrente del espejo donde siempre te imaginaba.

Entonces tus formas tenían el sentido perfecto, al compás que marcaba el movimiento de los velos que cubrían las ventanas. Como parte de un plan absolutamente preparado, te imaginaba siempre con la cantidad justa de luz, la suficiente como para que yo, cual director de fotografía, pudiese componer el resto.

Me descubrí, mirándome y puse el empeño suficiente para descubrirme al detalle.
Durante unos minutos centré toda la atención en mis ojos, grandes, de tonos melosos y fue entonces cuando por primera vez te descubrí en mí.
Allí estabas tú, en cada movimiento, en cada parpadeo.
Sorprendido decidí continuar con la “auto-exploración” y en cada uno de los paisajes de mi cuerpo pude descubrirte, en algunos más escondidos que en otros, pero en casi todos estabas bien presente.

¿Por qué estaba sucediendo?
¿Por qué prácticamente tú y yo formábamos un solo elemento? ¿Un solo ser?
Quizás te había idealizado tanto que “de a poquito” me fui componiendo contigo hasta descubrir que yo estaba completamente hecho de pedacitos de ti.

Hay veces en las que de repente te sorprendes, y en ti mismo encuentras gestos, maneras, miradas, caricias y otros muchos detalles que de alguna forma, son de alguien que pasó o está en tu vida.

Hay veces en los que sin darnos cuenta nos convertimos en pedacitos pequeños de todos aquellos que nos rodean... Hay momentos en que es maravilloso sentirse parte de alguien o de algo...

Soy feliz sabiendo que has compuesto mi vida, de saber que hoy tú eres parte de mí.
Hay veces en las que es imposible no contar contigo, sencillamente porque formas parte de mí.

lunes, 30 de enero de 2012

A sangre fría.

El pueblo de Holcomb está en las elevadas llanuras trigueras del Oeste de Kansas, una zona solitaria que otros habitantes de Kansas llaman “allá”. A más de cien kilómetros al este de la frontera de Colorado, el campo, con sus nítidos cielos azules y su aire puro como el del desierto, tiene una atmósfera que se parece más al Lejano Oeste que al Medio Oeste. El acento local tiene un aroma de praderas, un dejo nasal de peón, y los hombres, muchos de ellos, llevan pantalones ajustados, sombreros de ala ancha y botas de tacones altos y punta afilada. La tierra es llana y las vistas enormemente grandes; caballos, rebaños de ganado, racimos de blancos silos que se alzan con tanta gracia como templos griegos son visibles mucho antes de que el viajero llegue hasta ellos.
Holcomb también es visible desde lejos. No es que haya mucho que ver allí... es simplemente un conjunto de edificios sin objeto,, divididos en el centro por las vías del ferrocarril de Santa Fe, una aldea azarosa limitada al sur por un trozo del no Arkansas, al norte por la carretera número 50 y al este y al oeste por praderas y campos de trigo. Después de las lluvias, o cuando se derrite la nieve, las calles sin nombre, sin árboles, sin pavimento. pasan del exceso de polvo al exceso de lodo. En un extremo del pueblo se levanta una antigua estructura de estuco en cuyo techo hay un cartel luminoso —BAILE—, pero ya nadie baila y hace varios años que el cartel no se enciende. Cerca, hay otro edificio con un cartel irrelevante, dorado, colocado
sobre una ventana sucia...

viernes, 27 de enero de 2012

Tal vez... solo tal vez.

Cuando un chico ame las cosas que odias de ti, cuando esté a tu lado cuando no hay nadie más, cuando te diga que tienes una sonrisa adorable y que va a pasar el resto de su vida contigo. Cuando te sea fiel, cuando se enfade y aún así esté guapísimo, cuando actúe como un caballero y te trate como una princesa, cuando te de los buenos días y también las buenas noches. Cuando pase las Navidades contigo, cuando te roce con ternura, cuando te diga lo importante que eres para él día tras día, cuando te diga cosas dulces solo por verte sonreír, cuando te haga cosquillas hasta que grites que deje de hacerlo porque no puedes respirar, cuando te bese en la puerta sin importar la mirada oculta de tus padres tras la mirilla, cuando cancele sus planes para pasar tiempo contigo, cuando te diga "te quiero" en primer lugar...

...Despiértate, estás soñando.

miércoles, 25 de enero de 2012

Por @Fingerlessglove.

Él estaba allí, sentado en el banco dónde solían quedar. Aún no se hacía a la idea de que ella lo hubiera abandonado. Todos los días, a las cinco y media de la tarde iba allí, se sentaba y observaba a la gente pasar. La misma gente que juntos habían observado años atrás.
Permanecía sentado en el banco durante dos horas. De repente, empezó a fijarse en una de las niñas que jugaban en el parque. Le resultaba familiar, pero no sabía por qué. Siguió observándola y vio que se le acercaba una mujer de unos cuarenta años. Entendió por qué le era familiar, era la hija de una de las hijas de aquella mujer que había amado durante tantos años y que aún amaba, pese a su abandono.
No podía creer que no la hubiera reconocido. Esa niña que tan buenos momentos le había hecho pasar y a la cual vio nacer. Se preocupó. Era una señal de que ya estaba envejeciendo. Había intentado evitar ese pensamiento; le entristecía pensar que le quedaba poco.
Volvió a casa por donde había venido. Conforme iba andando, las calles le parecían más extrañas y desconocidas. Se había perdido de camino a casa. Un camino por el que había pasado miles de veces.

P.d; Quiero aclarar que la de la foto es Audrey, mi mejor amiga la ama.

sábado, 21 de enero de 2012

TE LO DIJE.

¿Sabes qué? Estoy harta. Tenía que decirtelo algún día, y creo que esta es la mejor forma. Sé que no leerás esto porque eres tan inútil que eres incapaz de leerte ni la lista de la compra. Pero allá va.

Querida vecina:
Sé que piensas que eres la más guapa del universo, y que tienes un cuerpo de espanto. ¿Sabes lo que pasa? Que eres una cría. Que no tienes caderas, y las "tetas" que dices tener son fruto de metros y metros de relleno. Que si tienes ese cuerpo es por genética, pero no tienes ningún derecho a reirte de los demás por ello. ¿Sabes qué? Tienes los dientes más horribles que he visto, son enormes, amarillos y deformes. Y cuando te pintas la raya del ojo pareces un monstruo ojeroso. Aprende a utilizar el lápiz de ojos, por favor.
Estoy harta de que vayas por ahí riéndote de los fallos de la gente. Cuando TÚ, querida vecina, eres la primera que los tienes. No estudias, tienes unas notas pésimas, no sabes escribir, te pasas el día vagueando, zorreando, y haciéndote fotos intentando enseñar tus pechos falsos.
Vecina, tienes CATORCE AÑOS, tu futuro depende de lo que hagas hoy. Pero tú sigues riéndote mientras cuentas a tus compañeros que tienes todas las libretas en blanco, y estamos ya a medio curso.
Vecina, tienes CATORCE AÑOS, no eres ni si quiera adolescente, y ya te has follado a... ¿cuántos? ¿tres? ¿cuatro?. Y lo peor es que te los has follado en unas condiciones MUY pésimas. Y ya has tenido un susto de embarazo, del cual te tuvo que sacar un amigo. A tus CATORCE AÑOS.
Sé que no soy la más indicada para hablar de sexo a temprana edad. Pero sabes que intento prevenirte de todas las cosas que te pueden pasar. Sabes que te quiero como una hermana. Sabes que no quiero que cometas el mismo error que yo, que quiero que tengas una vida feliz, con amores y desamores. Que el sexo ya llegará, y si es "hacer el amor", mucho mejor. Cuántas veces he deseado yo que mi primera vez fuera especial...
Cuando digo "amores" me refiero a gente que te quiera. A un chico que se acuerde de ti, que vaya a verte, que te diga "te quiero" y lo sienta de verdad. Un chico que adore tus errores, un chico que te defienda y dé la cara por ti, un chico que no te busque por tus "tetas". Tú ya me entiendes, pero no me haces ni caso. Y así te va.
Tú te empeñas en buscar cuerpos. Solo te fijas en eso. En el cuerpo. Y en la cara. Y luego ¿sabes qué pasa? Que solo te quieren follar, nena. Que solo quieren que les chupes la puta polla, que te tragues su puto semen y darte puerta. Y TÚ NO TE DAS NI CUENTA.
Vecina, tienes CATORCE AÑOS, y tus padres ya saben todo lo que haces. Pero ¿qué has recibido como castigo? Nada. ¿Qué has recibido como castigo por tus malas notas? Nada.
Estoy harta de contarte mis complejos y que tú los sigas criticando. Que me cojas lo que tú dices que es "molla" y te rías. Cariño, YO TENGO CADERAS. Y ¿sabes qué? Que yo no necesito esconder mis complejos con relleno. Porque yo busco a alguien que me quiera como soy, y no por mis pechos.
Te juro que como vuelva a escuchar una risa burlona de ti o de tu amigo, como vuelva a verte reír de alguien, como vuelva a escucharte una sola palabra más donde critiques los fallos de la gente, voy a hacerte leer esto. Y no me importa que me pegues, que me insultes, que no me vuelvas a hablar en la vida, que hables mierda de mí o lo que quiera que vayas a hacer para "contraatacar". Esto es lo que pienso de ti. Y, aunque te duela, tengo razón. Porque esto ya te lo he dicho muchas veces a la cara, pero has pasado de mis consejos, y vas a acabar mal. Muy mal, vecina.
Solo quería recordartelo una vez más. Y tenerlo aquí, escrito y firmado por mí para que, en el futuro, pueda decirte: TE LO DIJE.

viernes, 20 de enero de 2012

Mario Benedetti.

Antes de que el crepúsculo en la noche se convierta,
y se duerma la calle y se entorne la puerta,
a solas con mi pobre madurez inexperta,
quiero que mi demanda se encuentre con tu oferta.

lunes, 2 de enero de 2012

El peor regalo es un animal de compañía.

Te diré una cosa. Los hombres sois la pera. Te convendría probar a ser una mujer por una vez. Probar a ser la que siempre acaba con el culo encima del semen, o la que va al lavabo en plena noche y se encuentra con que el tío no ha bajado el asiento y el culo se le hunde en el agua fría. Además, lo más probable es que el tío no haya tirado de la cadena, porque los hombres se creen que el Hada de la Orina pasa por su casa a las dos de la madrugada y se encarga del asunto, y ahí estás tú, con el culo sumergido en pis, y de repente te das cuenta de que los pies también pisan meado, porque aunque los tíos están convencidos de que tienen una puntería infalible, la mayoría son unos inútiles. Borrachos o sobrios, tienen que regar todo el puto suelo antes de entrar a matar. Llevo toda la vida experimentándolo, cariño. He tenido padre, cuatro hermanos, un ex marido y unos cuantos amigos con derecho a roce cuya existencia no te incumbe a estas alturas... pero tú estás dispuesto a enviar al pobre Frank a la cámara de gas porque resulta que te ha babeado un poco en la zapatilla.

domingo, 1 de enero de 2012

Siglo XXI.

La verdad, no sé cómo hemos llegado a este punto. Vivimos en un mundo donde los niños ya no tienen ilusión por encontrar dos monedas de un euro bajo la almohada, ya no esperan ansiosos la caída de un nuevo diente de leche para la mágica visita del Ratoncito Pérez. Los niños ya no saltan a las 8 de la mañana en las camas de sus padres para bajar todos juntos a ver qué han traído los tres Reyes Magos, ahora, simplemente, van por las calles destrozando las ilusiones a otros niños, destrozando la magia de cada mañana del 6 de Enero. Ya no salen a los parques a jugar a la pelota, al sambori, a saltar a la comba, a correr tras otros niños y decir "tú la llevas".

Ahora fuman. Fuman en los colegios, fuman en cada esquina, fuman en los parques. Salen a la calle, sacan su paquete de cigarrillos, comprado por "vete a saber tú qué gilipollas" y miran a los demás niños con superioridad, juegan a ser mayores. Y no solo fuman tabaco, no, si no otras sustancias. Sustancias que no tienen ni idea de lo que contienen, de dónde vienen ni qué efectos secundarios pueden provocar, simplemente, "está de moda fumarlo".

Sinceramente, respeto completamente a la gente que fuma, ya sea tabaco, chocolate, weed, maría, o como queráis llamarlo. Yo lo he hecho. Lo único que pido es que seáis responsables, que no incitéis a los niños. Sé que esto no va a solucionar nada. No puedo pedir a los padres que controlen a sus hijos, porque es una de las cosas que más odio, que me controlen. Pero, ver a los niños por la calle, con los ojos rojos, risa tonta y dando tumbos, ver a los niños de tan solo 12 años que repiten cada curso, que son expulsados cada día e infinidad de cosas más por querer jugar a ser mayores, por querer sentirse los mejores, me duele.