lunes, 27 de octubre de 2014

u were in my wish



Esta noche ha llegado una visita inesperada. Uno de esos momentos en los que no tienes nada que hacer y comienzas a pensar. Y es que la vida tiene tantos caminos por escoger que da hasta vértigo. Estás tú, tan feliz caminando despreocupada cuando de pronto, frenas en seco, se detiene el mundo y surgen las dudas. ¿Estaré paseando por el camino correcto? ¿Qué es lo que siento realmente? ¿A dónde quiero llegar?

Cada día tomamos mil decisiones distintas de forma tan rápida e imperceptible que un mínimo error puede dañar toda una mañana de grandes promesas. Lo mismo estás llorando por recordar a solas historias alegres que jamás se repetirán, o sonriendole a un nuevo destino que, con un poco de suerte, te hará olvidar el pasado.

Y no es que esté loca, el problema es que muchas veces corazón y mente no desean las mismas cosas, entonces... ¿qué?


Maquillo mi alma con letras que huelen a ti.
Escucho el silencio y entiendo que jamás volverás.
Una vez más el error ganó a la ocasión.

lunes, 13 de octubre de 2014

IMBÉCILES

De verdad que estoy hasta la mismísima polla de todo y de todos. Sobretodo de aquellos que intentáis empujar bien fuerte para hacerme caer. He soportado demasiadas tonterías ya. Y tengo bien claro qué es lo que ocupa un primer lugar en mi vida y lo que tan solo estorba. 
Solo digo eso.

lunes, 8 de septiembre de 2014

Hola, soy yo.


Me gustaría pedir perdón a todas aquellas personas a las que he hecho desaparecer de mi vida por culpa de un egoísmo ajeno. Por no escuchar los consejos, las advertencias, los ruegos. Lo siento por todas aquellas personas que dejé de lado; lo siento, mamá, por hacerte creer que me ibas a perder. Lo siento por todos los disgustos que os he hecho pasar. Perdonadme, por favor, por no darme cuenta de que tenía ya medio cuerpo hundido en el lodo. Lo siento por las mentiras. Lo siento por todas aquellas noches en las que lloré en silencio, por todas las veces que me destrocé los nudillos contra la puerta, por dejarme llevar tan fácilmente. Joder, lo siento por no darme cuenta de que lo mejor de mi vida cada día estaba a más pasos de distancia. Y, aún así, gracias por todo el apoyo. Gracias por no dejarme de lado aún habiéndome comportado como una gilipollas. Gracias, de verdad, porque sois muy grandes. Juro que volveré a ser yo, la felicidad en persona, la payasa de siempre.

Porque ahora soy libre.

miércoles, 2 de abril de 2014

Creer o no creer.


Me ahogo.
Y todas las promesas que me hice a mi misma sobre la felicidad se esfuman como el humo de un cigarro. Debemos fijarnos en las pequeñas cosas que nos da la vida, suelo decir para engañarme. Ya. ¿Pero acaso eso equilibra toda la mierda que nos viene encima? Creo que no.
Miedo a perderle. Miedo a perderme a mi misma. Estoy perdiendo el control de la situación, de mi mente, y mi corazón se acelera. Palabras sin sentido, sentimientos sin palabras.
Me siento llena. De angustia, por supuesto. Y esta jodida soga que aprieta mi cuello. Mi respiración. Descontrol. ¿Qué hago mal? ¿Dónde está la línea recta que seguían mis pies?
Tan solo me preocupo de salvar a la gente de mi alrededor de cualquier tipo de dolor. ¿Y quién me salva a mí de mí misma?
Y se acumulan los problemas, en un rincón de mi alma, pudriendo mis entrañas hasta que sale disparado por la boca. Sí. Soy una borde. Pero no es culpa mía. Es culpa vuestra.

Respira. Aguanta un segundo. Cierra los ojos mientras te duela y aprieta los puños. Adelante. Se puede aprender a sufrir.


lunes, 17 de marzo de 2014

Digamos que estoy rodeada de libros.

Digamos que estoy rodeada de libros.
Todos tienen unas tapas preciosas, increíbles, de estas que hacen que quieras volver a la librería corriendo para comprarlos por si alguien acaba con todas las existencias. Y en la sinopsis, sus palabras te maravillan, te llenan la boca, y el alma.
Pero comienzas a leerlos a fondo, fijándote bien en los detalles, en su ser. Y te decepcionan. Te esfuerzas por acabar de leerlos, pero te cuesta, lo das todo y mil veces piensas en cerrarlos y terminar con el problema, pero sigues ahí, abriéndolos cada noche para ver si, quizá, en alguna parte de la historia, cambian.
Pero tal vez... tal vez no lo hagan, nunca.
Y acabarás leyéndolo entero, aborreciéndolo hasta la muerte, deseando encontrar la fuerza suficiente para sostener hasta el final un ápice de interés.

Pero la esperanza desaparece, tan rápido como el tiempo que has malgastado leyendo aquel libro.

Y esta es la metáfora literaria que puedo deducir de mi simple y estúpida vida.


viernes, 14 de marzo de 2014

"IT"

Ella le sostuvo la mirada, serena.

-Oh, ¿por qué no? Seamos francos y llamemos a las cosas por su nombre. Me estaba ahogando. Descubrí las anfetaminas dos años antes de conocerte; un año después, la cocaína, que era todavía mejor. Una anfeta en la mañana, coca por la tarde, vino por la noche y un Valium a la hora de acostarme: las vitaminas de Audra. Demasiadas entrevistas importantes, demasiados papeles buenos. Daba risa de tan parecida a los personajes de Jacqueline Susann. ¿Sabes cómo imagino ahora ese período, Bill?

-No.

Ella bebió un sorbo de té sin dejar de mirarlo a los ojos y sonrió.

-Era como correr por la rampa móvil del aeropuerto de Los Ángeles, ¿comprendes?

-No, no del todo.

-Es una rampa móvil de unos cuatrocientos metros.

-Conozco la rampa, pero no sé qué estás...

-Si te quedas de pie en ella, te lleva hasta la zona de entrega de equipaje. Pero no hace falta que te quedes inmóvil, puedes caminar o correr y parecería que lo estás haciendo como de costumbre porque tu cuerpo olvida que estás agregando velocidad a la de la rampa. Por eso al final han puesto esos letreros que dicen <Circule despacio, rampa móvil>. Cuando te conocí, me sentía como si hubiera salido a toda carrera por esa rampa a un suelo que ya no se movía. Mi cuerpo iba a nueve kilómetros por delante de mis pies. No se puede mantener el equilibrio. Tarde o temprano te caes de narices. Pero yo no me caí, porque tú me sostuviste.

Apartó el té para encender un cigarrillo sin dejar de mirarlo. Él sólo vio que le temblaban las manos por el imperceptible estremecimiento de la llama que se movió de lado a lado antes de encontrar el extremo del cigarrillo. Ella aspiró profundamente y exhaló un hálito de humo.




jueves, 13 de febrero de 2014

Lista actualizada de deseos.

1. Escribir un libro.
2. Empezar y acabar la carrera.
3. Conseguir un disco.
4. Aprender inglés perfectamente.
5. "Casarme" a mi manera.
6. Viajar a los seis continentes.
7. Dejar de fumar (¡en serio!).
8. Ir al País Vasco.
9. Visitar Roma y poner un candado.
10. Acabar bachillerato.
11. Escribir un artículo en un periódico o revista.
12. Hablar en un programa de radio.
13. Montar en camello.
14. Ver un maratón de películas, 24 horas sin pausa. 
15. Encontrar trabajo.
16. Ir al aeropuerto y coger el primer avión que salga.
17. Hablar después de inhalar helio.
18. Subir en globo.
19. Aprender a esquiar o surfear.
20. Encontrar al ideal.
21. Que me besen bajo la lluvia.
22. Escuchar la orquesta filarmónica de Viena.
23. Ir a todos los festivales que me gustan.
24. Hacer ejercicio.
25. Conseguir estar a gusto conmigo misma.
26. Subir a un taxi y decir "SIGA A ESE COCHE".
27. Ser hipnotizada.
28. Viajar en el inter-rail.
29. Tatuarme todo lo que tengo pensado.
30. Sacarme el carnet de conducir.
31. Montar en avión.
32. Ver un elefante.
33. Tener coche y casa propia.
34. Recibir una fiesta sorpresa.
35. Ir a un lugar donde se pueda gritar con todas mis fuerzas.
36. Ordeñar una vaca. SÍ, VALE?
37.
Bucear en la Gran Barrera de Coral (Australia, Papúa Nueva Guinea).
38. Ir al castillo de Drácula en Transilvania.
39. Ver el amanecer en la playa.
40. Tomar un baño a la luz de las velas con alguien especial.
41. Bañarme en una cascada.
42. No dormir NADA, durante dos días seguidos.
43. Visitar Madagascar.
44. Ver la Aurora Boreal.
45. Conocer las 7 maravillas del mundo.
46. Ir a todas las capitales Europeas.
47. Participar en una guerra de comida.
48. Hacerme una tira de fotos en el foto matón con alguien especial.
49. Visitar las puertas del infierno (cerca de Darvaz en Uzbekistán).
50. Bailar bajo la lluvia.