jueves, 27 de octubre de 2011

Como el "hasta nunca" nunca se cumple, y el "para siempre" siempre termina.


PRIMERA FASE.
Cada vez que pienso en ti, me acuerdo de la primera vez que me miraste. Saludaste primero a mis dos acompañastes y luego abriste tus brazos hacia mi. Más tarde, los besos a escondidas, las risitas, las miradas, la complicidad. Tengo miedo a perderte y todavía no ha empezado. Las cosas cambian, y espero que yo también.
Durante todo este tiempo he intentado no dejarme querer, pero me tratas tan bien, que parece un sueño. Y si no me entiendes... escúchame. Quiero que seas tú la mejor de mis virtudes.
Es inexplicable entender todo lo que te has convertido para mí en apenas unos días. Como siento que llevamos hablando años. Como me abro a ti y te cuento todo lo que me pasa. Como siento el corazón en un puño esperándote a las noches.
Y aunque estás lejos, el sábado llegará... Y volveremos a empezar.


SEGUNDA FASE.
Esta me la salto. La dejo a la imaginación de los que tienen pareja actualmente. Felicidades.


TERCERA FASE.
Lo he intentado otra vez y no ha podido ser. Me he cansado de ti, de tus mentiras, de las infidelidades, de no verte. Te di todo a cambio de nada, y decías que yo era la mala; pero de mentiras no se vive. Me haces sentir despreciable e ignorante. Me haces sentir que no soy nada para ti. Has conocido a alguien mejor, alguien que te regala una sonrisa al llegar a casa, que te da su calor al despertar, una que sustituye mis besos. La culpa no la tengo yo, no me has sabido valorar. Las discusiones se hacían eternas y los 'te quiero' sonaban a aire. Falso. Y me preguntas que porqué me voy, que porqué te hago sufrir. He encontrado mi camino, y no apareces tú. No te voy a recordar.


CUARTA FASE.
Y ahora te arrepientes. No puedes estar con la persona que quieres, que te daba fuerzas para caminar hacia delante. Y miras atrás, pero ya no está. Recuerdas que está con otra, y los celos te matan. Te enseñó a amar. Y los recuerdos de los momentos vuelven, porque erais dos, y no importaba el resto. Las miradas hablaban por si solas, te pasabas las mañanas pensándole. Y ahora sientes que le quieres más que nunca. Y no es así. Falsas promesas que hace tu cabeza, que se esfuman si lo vuelves a intentar. Es una fase. Y si decides volver aquí estaré, pero te ofreceré la amistad.

miércoles, 26 de octubre de 2011

Siempre es un sí que no acaba nunca.

No tenemos los mismos ojos; ella, de un color azul indescriptible, grandes, preciosos. Yo, acostumbrada a decir que son color nocilla, de tanto que como. No tenemos la misma nariz; su nariz tiene millones de diminutas y claras pequitas, que hacen que parezca inocente, amable. Mi nariz es grande, o así la veo yo, con una pequita casi en la punta, dicen que es adorable, pero yo la odio ¿qué pinta ahí? No tenemos la misma boca; sus labios son finos, de un rosa claro, casi color chicle, y sus dientes son perfectos, fruto de una ortodoncia pasada. Mis labios son uniformes, de un color rosa 205, como la barra de labios, y mis dientes imperfectos, aunque mi ortodoncia llegará pronto. No tenemos la misma forma de la cara, ni el mismo pelo, tampoco tenemos la misma sangre y nuestros gustos y aficiones son diferentes. Pero lo que tengo claro es que compartimos un mismo sentimiento y un mismo tatuaje, símbolo de nuestra infinita amistad. Ella es mi MA, la cual primero fue compañera de guardería, infantil y parte de primaria, también ha sido parte de mis viajes, de mis risas, de mis llantos, compañera de todas y cada una de mis tardes, de mis recuerdos, de mis secretos, de mis fotos, de mis descubrimientos. Así que no busquéis la mejor amiga ideal, la tengo yo.

viernes, 14 de octubre de 2011


Voy por mi camino, calle abajo. Camino rápido y veo caras que pasan. Estoy en el límite de la carretera y miro inexpresiva hacia delante. Simplemente haciéndolo a mi manera, como una señal a través del gentío. Y te necesito. Y te echo de menos. Y entonces me pregunto: Si pudieras caer del cielo ¿tú crees que el tiempo pasaría? Sé que caminaría mil kilómetros, si solamente pudiera verte esta noche, una noche más.
Siempre es en momentos como estos cuando pienso en ti. Esos días que me levanto de mal humor y pienso: Si estuviera aquí... Y me pregunto si alguna vez tú piensas en mí. Porque todo está tan mal y yo siento que no pertenezco al resto de personas. Yo no quiero que sepas que me sigo ahogando cuando lo recuerdo. Pero que al mismo tiempo tú me haces fuerte. Porque vives en mí.
Y vives en mi memoria porque te necesito.

sábado, 8 de octubre de 2011

Feelings.


Ayer fue el cumpleaños de mi madre. Y lo recordé la noche anterior. No le compramos ningún regalo, ni tan siquiera estuvimos en casa con ella. La operan en unos meses, casi no puede moverse ni coger el coche, pero en casa no hacemos nada. La he visto llorar. Y no he hecho nada. Somos unos egoístas. Solo pensamos en nosotros.
Me levanto y no veo nada más. No veo mi futuro. No sé qué hacer. Me quedo parada, pensativa. Miro mi habitación; los deberes sin hacer, los libros sin leer, las fotos sin colgar. Y pienso. ¿Y qué? Desayuno y me vuelvo a tumbar en la cama. No me apetece hacer nada. Me falta algo. Una motivación. Un motivo para seguir con los estudios. Alguien que esté encima mío apoyándome. Y yo tan solo hago que pensar, que la única persona que me puede ayudar, la tengo a 400 km de distancia. Y me hundo.
El otro día volví a coger la cuchilla. Seguramente esta confesión me cueste algunas lágrimas y algunas regañinas, pero necesitaba decirlo. Me siento sola. Veo a mis amigas con sus respectivas parejas. Los besos, los abrazos, los mensajes, las miradas, cogidos de la mano, queriéndose. ¿Y yo? ¿Qué hago aquí? ¿Quién ha decidido que tengo que estar aquí? ¿Qué misión tengo en este mundo? Cada cosa que toco la rompo. Cada persona que consigo hacer feliz, al final, acabo llevándola a la ruina. Me canso.
No sé cuánto tiempo me queda. Solo sé que voy a desperdiciarlo como no encuentre una solución.

lunes, 3 de octubre de 2011

Estoy harta de mi vida sentimental.


Siento que no hago nada bien. Ya no me sale ni escribir. Es llegar a casa, conectarme, descubrir que no está y ponerme a pensar en lo peor. No sé qué decirle para que vea todo lo que significa para mí. Todo se queda corto, y acabo guardándome el dolor. Ya me dijo adiós una vez, y ahora sé lo lejos que podemos llegar.
Sé que te decepcioné, pero he cambiado. Y esta vez no dejaré que te vayas. Seré todo lo que tú quieras, pondré un orden en nuestras vidas, tú evitas que yo fracase, y toda mi vida estaré contigo. Para siempre. Para pasar el día a día juntos, para hacerlo todo bien.
Pensé que lo tenía todo, no sabía qué me depararía el futuro, pero ahora veo que eres la única cosa que hice bien, al único que dejé entrar, mí respiración.
Y si vuelvo a decepcionarte, le daré la vuelta al mundo, porque jamás te dejaría marchar, porque sin ti no puedo dormir, porque eres todo lo que tengo, y todo lo que quiero, sí.

Quédate conmigo.