viernes, 10 de febrero de 2012

Ánimo. De mí... Para mí.

Soy una chica cariñosa y familiar. Me gusta complacer a mi entorno y tenerlos a todos protegidos. Soy una persona que no puede vivir sin el afecto y el cariño de los demás. A veces me gustaría ser más atrevida y tener más valor en algunos aspectos de mi vida. Sin embargo, las cosas hasta ahora no me han sido fáciles de lograr, los obstáculos... y aún así, he tenido el coraje y la fuerza de sobreparalas. Y eso me ha hecho darme cuenta de que tengo que creer más en mí, de quererme más. Soy más fuerte de lo que realmente pienso.

No soy tan aventurera como quisiese, aunque, de vez en cuando, un poquito de riesgo no viene mal. Adrenalina en estado puro. Esa sensación...
Soy muy amiga de mis amigos, pero no hago amistades con cualquiera, aunque aparente lo contrario. Suelen decirme que parece que hago amigos muy fácilmente, pero sé seleccionarlos bien. Después de tropezar, he aprendido de mis errores.

Quizá soy algo tímida en mis relaciones, pero es solo al principio. Me encanta mostrarme así en público; tímida, feliz, tierna, buena... Y mostrarme de otra manera muy distinta en privado.
Sexualmente y como pareja... Tengo que admitir que no soy demasiado fiel. Y, al mismo tiempo, soy celosa. Aunque quizá eso es porque no he encontrado a mi media naranja. Rezo porque no la hayan exprimido ya.

Al contrario que muchas chicas, en público no suelo ser muy femenina. Sin embargo, cuando salgo de fiesta, me encanta ponerme guapa. Verme guapa. Verme mayor, madura. Y, hablando de madurez, no me gustan los críos. Hace tiempo que entendí que valgo mucho más que lo que puede ofrecerme un simple chico. De esos que solo buscan el amor en chicas con sugerentes pechonalidades. Que no saben diferenciar entre "a ver" y "haber". Quiero un hombre. Sí, un hombre. Un hombre que busque una excusa para acariciarme el pelo, para rozarme el hombro, para susurrarme al oído...

No me gusta que vayan directamente al grano. La etapa de seducción es la más bonita. Un bar, una discoteca, un supermercado, la calle... Un cruce de miradas, una sonrisa, la cara roja, la mirada hacia abajo, rezar por volver a verle. Ahora las cosas han cambiado.

Me gusta ser cuidadosa con las personas con las que me junto, porque no todo el mundo es como en un principio parece ser. Me gusta cuidar de los míos, cambiar de compañías, analizar quién vale la pena y quien no. A veces tengo que quitarme de encima a supuestas amistades que no me ayudan a progresar. A veces duele. A veces no.

En definitiva. Soy una persona alegre, aunque quizá estos últimos tiempos no lo demuestre. No es culpa mía. Es culpa de mi entorno. Solo venía a deciros, que no voy a permitir que nadie, nadie, NADIE me robe mis sueños. Voy a seguir luchando por lo que creo hasta ver recompensados mis esfuerzos.

1 comentario:

  1. Lo más importante de todo esto es que tu lo sepas, y que nunca se te olvide. ;-)

    ResponderEliminar