sábado, 31 de marzo de 2012

Quedó atrás.

Duermen sobre la noche las palabras olvidadas por el paso del tiempo, atacadas por el viento, descansan en el pensamiento, como un recuerdo oscuro entre luces de ausencia y pasados acabados. Quietas, como si nunca hubieran sido escritas por mi corazón aquella noche, directas al tuyo, chocando contra el muro que te protegía de la palabra amor, se desvanecieron invisibles y cayeron en el grito silencioso del adiós.

Lejos quedan las noches de necesitarnos, los largos segundos de silencios que daban paso al amor y su significado, las palabras que aún existentes han perdido el valor para dos corazones jóvenes que ya nunca volverán a tener el mismo compás. Es curioso el imparable movimiento del tiempo que vive en la distancia de nuestros cuerpos, como el misterio de cómo he conseguido vivir sin su sombra a mi lado todo este tiempo de pena y olvido.

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