domingo, 26 de febrero de 2012

Te garantizo que habrá épocas difíciles.
Y te garantizo que en algún momento uno de los dos,
o los dos, querremos dejarlo todo.
Pero tambien te garantizo que si no te pido que seas mío,
me arrepentiré durante el resto de mi vida.

He matado, y volvería a hacerlo.

Todo ocurrió hace ahora un par de años. Yo era una cría, una auténtica cría confiada e inocente. Era un día de fiesta nacional pero para mí, ese día pasaría a no existir.
Me violaron. Me violaron dos chicos, pese a mis gritos, mis golpes y mis lloros. Me arrinconaron como si fuese un conejo, a punto de ser cazada.
Aquel día perdí mi dignidad y mi orgullo, me daba auténtica vergüenza, me sentía sucia.

Hoy les he matado. Sí, a los dos. Al primero le reuní en una vieja casa en el corazón del bosque, recuerdo que me contaba que allí iba a "fornicar con sus putas" como solía llamarlas, así que me hice pasar por una de ellas. 'Qué estúpido', pensaréis, pues sí. Era estúpido y feo, mucho.
Volviendo a la historia. Cuando entró yo ya tenía a Frida preparada (Frida es mi viejo bate de béisbol). Le di un golpe en la espalda para que se girase a mirarme y, cuando vi el miedo en sus ojos, le di otro en la cabeza.
No me costó nada atarlo, había practicado en casa y además soy una experta en bondage. Lo que sí que le costó fue volver en sí. Vaya si le costó... quizá le di demasiado fuerte.
Y entonces me habló, primero con furia, escupiéndome y blasfemiando sobre toda mi familia. Pero le obvié, sabía lo que le esperaba. Saqué la navaja, esa navaja negra con el mango bien duro, esa que había visto tantísimas veces encima del banco de la cocina, esa que usaba mi padre cuando se iba de excursión. Entonces empezó a suplicar. Dulces palabras de súplica que me excitaron a más no poder. Le hice cortes en los brazos, equivalentes a todos los que yo misma me había provocado por su culpa, él siguió gritando, pero yo ya no le escuchaba. No os contaré como le torturé, no os contaré como quedó de encharcado todo el suelo ni lo que me costó limpiar toda esa sangre, no os contaré lo que me reí viendo quemar su cuerpo, reduciéndose a cenizas. Quizá hagan una película, ya lo veréis entonces.

El segundo fue mucho más fácil. Desde el móvil del primero le envié un mensaje, diciéndole que acudiera, que había marihuana. No veáis lo poco que tardó en llegar. Maldito drogadicto de mierda. Subnormal, feo y drogadicto. A los quince minutos empecé a escuchar pasos. Yo estaba sentada en el viejo colchón, con un ingenioso mecanismo provisto de una cuerda que cerraba la puerta. No veáis el salto que pegó. Miedo, veía miedo en él, podía escuchar sus agitados latidos. Sonreí. Todavía no se había acostumbrado a la oscuridad, así que me fue muy fácil reducirlo. No saqué la navaja. No, esta vez no. Le rompí las piernas con el bate, escuchando sus gritos y gritando el nombre del primero. Le repetí una y otra vez las palabras que me soltó él aquel día: Tranquila, si no pasa nada... tranquila... si no pasa nada... Seguí descargando mi rabia en él, sus brazos, sus piernas, su pecho... Le dejé un rato retorciéndose en el suelo, a cada movimiento un grito mayor. Tres golpes secos en la cabeza bastaron para que dejara de respirar.

Le hice desaparecer, como al primero, y volví a casa. Llené la bañera y me dejé envolver por el agua. Me notaba tranquila, feliz, sin miedo, por fin. No sé cuántas horas pasaron, pero al final enrredé en los dedos de los pies la cadena y estiré. El agua fue bajando de nivel, dejando mi cuerpo al descubierto, sin sangre al fin.


miércoles, 22 de febrero de 2012

Fight Club.

"Si estás leyendo esto, el aviso va dirigido a ti. Cada palabra que leas de esta letra pequeña inútil, es un segundo menos de vida para ti. ¿No tienes otras cosas que hacer? ¿Tu vida está tan vacía que no se te ocurre otra forma de pasar estos momentos? ¿o te impresiona tanto la autoridad que concedes crédito y respeto a todos los que dicen ostentarla? ¿lees todo lo que te dicen que leas? ¿piensas todo lo que te dicen que pienses? ¿compras todo lo que te dicen que necesitas? Sal de tu casa, busca a alguien del sexo opuesto. Basta ya de tantas compras y masturbaciones. Deja tu trabajo. Empieza a luchar. Demuestra que estás vivo. Si no reivindicas tu humanidad te convertirás en una estadística. Estas avisado..."

martes, 21 de febrero de 2012

Aquí en mi pompa, tiene sentido.

No puedo prometerte que todo sea perfecto, ni que sea para siempre, pero sí que haré olvidar tus penas y devolverte la sonrisa. Tampoco puedo prometerte que todo sean momentos felices, sé que habrá miles de momentos difíciles que superaremos juntos. Sé que no te puedo prometer cumplir todas las promesas, pero sí te prometo que haré nuestros sueños realidad. Te prometo los días más hermosos, pero también las batallas más duras. Prometo abrazarte y estar junto a ti. Pero no te prometo las palabras más bonitas, aunque puedo asegurarte que junto a mí nunca será monotonía. Prometo enseñarte cada día algo nuevo. Pero no puedo prometerte todo el tiempo del mundo. Prometo un te quiero nuevo cada noche. Pero no prometo solo ser para ti. No puedo prometerte olvidarte pero sí te prometo que seré la persona que más te quiera. No puedo asegurarte un mañana, pero sí te aseguro un hoy. No puedo prometerte estrellas, pero sí contemplarlas contigo. Sé que no soy perfecta, pero prometo intentarlo. No puedo prometerte no cometer errores, pero sí apoyarte cada instante. Sé que no soy perfecta, pero sé que puedo hacerte feliz.

domingo, 12 de febrero de 2012

Mi vida sin mí.

Mi querido;
Imagino que cuando te llegue esta cinta ya sabrás que he muerto, y bueno... esas cosas... quizás estés enfadado conmigo, o dolido, o triste, o molesto, o quizás todo a la vez... solo quiero que sepas que me enamoré de ti, no me atreví a decírtelo porque... pensé que en cierto modo lo sabías, y no me dí cuenta como se iba el tiempo... tiempo es la única cosa que no me ha sobrado últimamente.
La vida vale mas de lo que crees, amor mío, lo sé porque tú llegaste a enamorarte de mí aunque vieras.. ¿cuánto era? ¿un 10%? ¿o un 5 tal vez? Si hubieras visto todo quizás no te hubiera gustado, o te habría gustado a pesar de ello. Ya nunca lo sabremos.
Una última cosa, por amor de Dios.. ¡pinta las paredes y compra algunos muebles! ¿de acuerdo? no quiero que la próxima mujer que lleves a tu casa se haga una idea equivocada de ti y escape antes de conocerte, que no todas están tan locas como yo.
Me encantó bailar contigo.

viernes, 10 de febrero de 2012

Ánimo. De mí... Para mí.

Soy una chica cariñosa y familiar. Me gusta complacer a mi entorno y tenerlos a todos protegidos. Soy una persona que no puede vivir sin el afecto y el cariño de los demás. A veces me gustaría ser más atrevida y tener más valor en algunos aspectos de mi vida. Sin embargo, las cosas hasta ahora no me han sido fáciles de lograr, los obstáculos... y aún así, he tenido el coraje y la fuerza de sobreparalas. Y eso me ha hecho darme cuenta de que tengo que creer más en mí, de quererme más. Soy más fuerte de lo que realmente pienso.

No soy tan aventurera como quisiese, aunque, de vez en cuando, un poquito de riesgo no viene mal. Adrenalina en estado puro. Esa sensación...
Soy muy amiga de mis amigos, pero no hago amistades con cualquiera, aunque aparente lo contrario. Suelen decirme que parece que hago amigos muy fácilmente, pero sé seleccionarlos bien. Después de tropezar, he aprendido de mis errores.

Quizá soy algo tímida en mis relaciones, pero es solo al principio. Me encanta mostrarme así en público; tímida, feliz, tierna, buena... Y mostrarme de otra manera muy distinta en privado.
Sexualmente y como pareja... Tengo que admitir que no soy demasiado fiel. Y, al mismo tiempo, soy celosa. Aunque quizá eso es porque no he encontrado a mi media naranja. Rezo porque no la hayan exprimido ya.

Al contrario que muchas chicas, en público no suelo ser muy femenina. Sin embargo, cuando salgo de fiesta, me encanta ponerme guapa. Verme guapa. Verme mayor, madura. Y, hablando de madurez, no me gustan los críos. Hace tiempo que entendí que valgo mucho más que lo que puede ofrecerme un simple chico. De esos que solo buscan el amor en chicas con sugerentes pechonalidades. Que no saben diferenciar entre "a ver" y "haber". Quiero un hombre. Sí, un hombre. Un hombre que busque una excusa para acariciarme el pelo, para rozarme el hombro, para susurrarme al oído...

No me gusta que vayan directamente al grano. La etapa de seducción es la más bonita. Un bar, una discoteca, un supermercado, la calle... Un cruce de miradas, una sonrisa, la cara roja, la mirada hacia abajo, rezar por volver a verle. Ahora las cosas han cambiado.

Me gusta ser cuidadosa con las personas con las que me junto, porque no todo el mundo es como en un principio parece ser. Me gusta cuidar de los míos, cambiar de compañías, analizar quién vale la pena y quien no. A veces tengo que quitarme de encima a supuestas amistades que no me ayudan a progresar. A veces duele. A veces no.

En definitiva. Soy una persona alegre, aunque quizá estos últimos tiempos no lo demuestre. No es culpa mía. Es culpa de mi entorno. Solo venía a deciros, que no voy a permitir que nadie, nadie, NADIE me robe mis sueños. Voy a seguir luchando por lo que creo hasta ver recompensados mis esfuerzos.

jueves, 9 de febrero de 2012

Seaside.

Deberías estar alegre y contenta, porque tienes suficientes motivos para estarlo; eres joven, tienes estudios, familia, salud, amigos, dinero y millones de cosas más. Pero aún así, no estás contenta. Porque hay una cosa FUNDAMENTAL en la vida de todo ser humano, y tú careces de ella. El amor.

Alguien que te mande un mensaje a mitad de la noche para que lo leas a la mañana siguiente. Alguien que te llame y te diga: "Solo quería decirte que te quiero". Alguien que te anime a seguir adelante con las cosas que crees. Alguien que te apoye en las decisiones. Alguien que al verte llorar te bese y te calme, con ese poder que solo tienen "esas" personas... Alguien... Alguien que esté a tu lado. En lo bueno y en lo malo. Alguien que te vuelva loco. Alguien que te mire a los ojos y no te mienta. Alguien que te eche de menos cuando no estás. Alguien que esté ahí cuando le buscas. Alguien que te abrace, sí, que te abrace y te suba ese hormigueo característico, que te llene de calor. Que te llene. Simplemente.

Todos necesitamos ese ALGUIEN. Y si todo ser humano lo necesita, es que existe. Y si existe... acabarás por encontrarlo.

Ha ocurrido, otra vez.

Para algunas personas, de forma inexplicable, el amor se apaga. Para otras, el amor sencillamente se va. Si bien es cierto, por supuesto, que el amor también puede encontrarse, aunque sea solo por una noche. Sin embargo, existe otra clase de amor, el más cruel, aquel que prácticamente mata a sus víctimas. Se llama amor no correspondido. La mayoría de historias de amor hablan de personas que se enamoran entre sí, pero, ¿qué pasa con los demás? ¿Quién cuenta nuestra historia? La de aquellos que nos enamoramos solos, somos víctimas de una aventura unilateral, somos los malditos de los seres queridos, los seres no queridos, los heridos que se valen por sí mismos, los discapacitados sin plaza de aparcamiento reservada. Sí, estáis viendo a una de estas personas.

jueves, 2 de febrero de 2012

La ciudad de los sueños.

Y entonces me descubrí mirándome.
Allí estaba yo, en pie, justo enfrente del espejo donde siempre te imaginaba.

Entonces tus formas tenían el sentido perfecto, al compás que marcaba el movimiento de los velos que cubrían las ventanas. Como parte de un plan absolutamente preparado, te imaginaba siempre con la cantidad justa de luz, la suficiente como para que yo, cual director de fotografía, pudiese componer el resto.

Me descubrí, mirándome y puse el empeño suficiente para descubrirme al detalle.
Durante unos minutos centré toda la atención en mis ojos, grandes, de tonos melosos y fue entonces cuando por primera vez te descubrí en mí.
Allí estabas tú, en cada movimiento, en cada parpadeo.
Sorprendido decidí continuar con la “auto-exploración” y en cada uno de los paisajes de mi cuerpo pude descubrirte, en algunos más escondidos que en otros, pero en casi todos estabas bien presente.

¿Por qué estaba sucediendo?
¿Por qué prácticamente tú y yo formábamos un solo elemento? ¿Un solo ser?
Quizás te había idealizado tanto que “de a poquito” me fui componiendo contigo hasta descubrir que yo estaba completamente hecho de pedacitos de ti.

Hay veces en las que de repente te sorprendes, y en ti mismo encuentras gestos, maneras, miradas, caricias y otros muchos detalles que de alguna forma, son de alguien que pasó o está en tu vida.

Hay veces en los que sin darnos cuenta nos convertimos en pedacitos pequeños de todos aquellos que nos rodean... Hay momentos en que es maravilloso sentirse parte de alguien o de algo...

Soy feliz sabiendo que has compuesto mi vida, de saber que hoy tú eres parte de mí.
Hay veces en las que es imposible no contar contigo, sencillamente porque formas parte de mí.